Las grapas quirúrgicas son extraídas:

Habitualmente unos 90 días después de haber sido implantadas.

Desde que son implantadas, la piel va expulsando las grapas quirúrgicas y, a partir de aproximadamente los 90 días, dejan de tener efecto y es más fácil que se enganchen, irriten o infecten.   Por eso, aunque pueden excederse ese límite sin que suponga un riesgo, suelen extraerse en ese momento. La extracción es indolora y se realiza con una pinza extractora especial, que abre la grapa y permite extraerla de manera completamente indolora. En ningún caso deben intentar arrancarse las grapas quirúrgicas.		hacer click sobre la imágen para ampliar