El objetivo de la intervención NRT es resolver los episodios dolorosos de síndromes mecánicos del raquis. Sus objetivos concretos son:

	Eliminar el dolor, o mejorarlo de manera muy significativa, de manera estable y duradera.
	Mejorar el grado de incapacidad asociado al dolor (es decir, hacer posible realizar actividades que el dolor impedía).
	Reducir o eliminar la necesidad de otros tratamientos que generan más riesgos o efectos secundarios, como los fármacos o la cirugía.

Los estudios científicos y los resultados obtenidos en la práctica demuestran que:

	Esos objetivos se logran en la mayoría de los pacientes, incluyendo los casos crónicos en los que el pronóstico habitual es malo.
	Ninguna otra tecnología sanitaria para los pacientes con dolencias de la espalda ha sido evaluada de manera tan meticulosa ni ha demostrado obtener resultados tan satisfactorios en los pacientes subagudos y crónicos con dolencias del cuello y la espalda (en los que el dolor dura más de 14 ó 90 días, respectivamente).

La intervención NRT no tiene un objetivo preventivo. Por tanto:

	No tiene sentido realizarla cuándo no hay dolor, sino sólo durante un episodio doloroso que cumple unos criterios concretos.
	Como para cualquier otro tratamiento para las dolencias de la espalda (como los fármacos o la cirugía), una vez se ha resuelto el episodio doloroso es conveniente que el paciente tome las medidas necesarias para reducir el riesgo de recaídas en el futuro. Con ese fin, sólo la educación sanitaria y el ejercicio han demostrado ser efectivos.